Tu madre nunca pensó que, un día cualquiera,
harías una maleta llena de pena.
Tu amante nunca supo que, un día,
romperías su corazon pero no su llanto.
Un viaje a través del dolor y los pesares del alma;
de mejillas ardientes.
Un viaje de lunas solitarias y tequila del Sur...
Dónde nunca te llenarías de viento,
ni siquiera rozarías esos sueños anhelados,
todo aquello por lo que llorabas...
Los árboles te miran en tu despedida; siguen tu estela indolente.
Las hojas guardan tus pecados. Olvidando las voces.
Enterrando el pasado.Y el chico al que un día dejaste de amar
bebió de sus lágrimas, no así de tus labios...
Ella se fue una noche sin estrellas, conduciendo hacia ningún lugar,
un lugar donde nunca, nada sería suficiente...
Las heridas queman tu pecho. Los sueños se esfuman
al ver que nada cambia.Las canciones que te arropaban, te abandonan.
Y él sigue, perpetuo, en tus sueños; manchando tu almohada.
Cualquier día, volverás buscando el calor de tu casa.
El chico al que amabas tendrá caliente su cama, no así tu recuerdo...
Ella se fue una noche sin estrellas, conduciendo hacia ningún lugar,
un lugar donde nunca, nada será suficiente....
Para sonreír.
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